Truth

La peor verdad es aquella que no se desea ver.

Tarde o temprano logra deshacerse del brillo en que se esconde... y cuando está frente a tus ojos no queda nada más que aceptar su existencia.

Y vivir con ella.

Alcanzado metas

Siempre me ha causado cierto recelo cuando hablamos de alcanzar metas en la vida.
Uno escala y sube y se aferra al deseo máximo de lograr algo, de llegar a un cierto lugar, de concretar un sueño. Pero ese sueño no será suficiente para cuando ya lo tengas entre tus manos; desde el día que saboreaste el triunfo sabes que quieres más, y que puedes tener más. Y es ahí cuando encontramos metas nuevas, sueños nuevos. Pero esos sueños al final no son más que el pretexto para seguir en la carrera, para encontrar otra meta en que entretener el andar. Al parecer el ser humano no está hecho para quedarse tranquilo, o al menos no quiere hacerlo, y sigue buscando metas, y excusas y pretextos para seguir corriendo, para seguir satisfaciendo nuestro deseo de alcanzar algo más, algo que no tenemos, algo que sólo se consigue con esfuerzo, con lucha. Quizás si conseguimos así las cosas estas adquieren un valor especial del que realmente tienen, y al mismo tiempo nos excusa de las posibles consecuencias que se presenten por haberlas alcanzado.

No quiero seguir soñando con alcanzar lo que no tengo, prefiero disfrutar y aprovechar lo que si existe en este momento. El problema es, ¿cómo se logra esto?

El que sepa, que me enseñe… yo sola no lo entiendo.

Paz

De pronto el cielo se abre y deja ver un azul parejo, tan intenso que molesta a la vista. La brisa corre y deja un sabor fresco a su paso, mientras corretea mi pelo alrededor de la sonrisa que evoca tal belleza. A medida que camino, mis huellas juegan entre la arena y el mar, como si quisieran esconderse del resto con cada paso que doy. Y mientras me acompañan en este caminar, el sol abraza mi piel de la forma más cálida que alguien puede imaginar.

De pronto el universo paraliza su danza, el mundo deja de girar. Y aquí estoy yo, inserta en este lienzo dueño de colores, luces y matices incapaz de ser reproducidos.

Es imposible no enamorarse de tanta belleza.

La felicidad hecha canción

I am unwritten

Can't read my mind

I'm undefined.

I'm just beginning

The pen's in my hand

Ending unplanned.

I break tradition

Sometimes my tries are outside the lines

We've been conditioned to not make mistakes

But I can't live that way.

Staring at the blank page before you

Open up the dirty window

Let the sun illuminate the words that you could not find.

Reaching for something in the distance

So close you can almost taste it

Release your inhibitions.

Feel the rain on your skin

No one else can feel it for you

Only you can let it in

No one else can speak the words on your lips

Drench yourself in words unspoken

Live your life with arms wide open

Today is where your book begins

The rest is still unwritten.

Contar hasta diez

Existen ciertos momentos de iluminación en donde uno se conecta con esa voz que grita, quien muchas veces exclama verdades no muy bellas. Intenta escapar de las garras de la cordura, levantar la ceja y hacerse escuchar. El problema es que, si diéramos rienda suelta a aquel personaje, existirían muchos malos entendidos y muchos errores de comunicación. Si la mesura no regulara el paso, no serían sólo 2 las guerras mundiales desatadas. Probablemente la tasa de divorcio superaría el 50% en el que estamos, y aumentarían los pacientes en la sala de urgencias.

Tragarse la mierda o repartirla por el mundo... he ahí los dos polos de una gran gama de colores.

Reconozco la dificultad que significa, al menos en lo personal, transitar por los matices. La polaridad siempre ha sido una definición de mi forma de ser, sin ser algo que me agrade en lo absoluto. La tendencia del ser a la sobre-conciliacion se apodera de la situación, y el análisis de las posibles consecuencias se hace demasiado exhaustivo. La racionalización de los sentimientos se enmascara en una falsa benevolencia, cuando en el fondo del ser sólo seguimos gritando. Dejamos de ser consecuentes entre lo que aquella voz quiere expresar y lo que nuestros labios terminan diciendo, y con ello sólo desatamos más frustración.

Tarde o temprano la explosión se produce, queriendo o no. Si tenemos suerte es contra un otro, de lo contrario todo aquel desecho se escrusta en nosotros mismos, y el daño queda plasmado en un círculo vicioso de malos entendidos entre el yo, el ello, el super yo y todos los yo que existen. Los matices se van dispersando, aumenta el blanco/negro. Cuando dejamos de escuchar nuestra voz interior desatamos un caos en nuestro entorno, pero la mayor merma recae sobre nosotros mismos.

¿Pero cómo encontrar el equilibrio?

Como dejar de callar lo que realmente hay que decir, esa es la pista.
Y como reconocer aquella pista, esa es la mayor de las claves.

Hoy arrancaría un par de cabezas, honestamente gritaría a los 4 vientos lo mucho que desprecio la cobardía, el egoísmo y la estupidez humana; probablemente vomitaría en la cara de aquel personaje que apretó el gatillo. Y probablemente escupiría mucho más veneno del que realmente es necesario, perdiendo muchísimo más de lo que gano.

Y como mañana quiero seguir caminando por el mundo con una sonrisa en el alma, por hoy contaré hasta diez antes de dejar salir al demonio.

O por lo menos hasta tres.

Aprendiendo a ser

¿Cuántas son las veces que uno desearía poder mirar directamente en el corazón del prójimo?

El hecho de reconocer en el otro parte de nuestro ser permite comprendernos, estudiarnos y saciar la falsa soledad que nos annega. Y una vez abandonado aquel estado de incomprensión de nuestro ser podemos seguir caminando. Y poco a poco nos atrevemos a conocer nuestra esencia, a valorarla, a quererla. De pronto eres capaz de liberar telarañas que enmarcaran la milagro que significa ser.

Pero el trabajo va más allá.

No estamos solos. Todos somos parte de lo mismo y todos somos uno. Pero al ser humano le cuesta aceptar y vivir de acuerdo a ello. Es muy difícil abandonar el ego después de toda una vida cautivos por él. El separar el yo del ser significa un crecimiento importante, a costa de esfuerzo y decisión.

Pero vale la pena. Y para allá vamos.

Literata

Partí escribiendo cuentos.
Se sumaron unos cuantos diarios de vida.
Después siguieron agendas, croqueras, cuadernos.
Hasta en mi piel he escrito.
Más de una vez ha pasado por mi mente escribir un libro

... y ahora escribo un blog.

No tengo idea de diseño gráfico, no sé usar photoshop y con suerte me manejo en excel.
Lo que si sé es escribir.
Dejaré los efectos especiales a los expertos. Yo me dedicaré a lo mío.